Formas originales de dar el último adiós en los entierros
Un top sobre últimas voluntades originales de personas que han muerto y que han querido hacer algo "especial" en el momento de su entierro y de ser recordadas por sus familiares.
Desde el creador de Star Trek Gene Roddenbery , cuyos restos descansan en el espacio hasta el diseñador de los tubos cilíndricos de las famosas patatas fritas Pringles Frederic Baur, , quien luego de haber sido cremado descansa en una caja del famoso producto, hay toda una gama de famosos que se salieron con la suya.
El caso de Malcom Mc Laren, manager de los Sex Pistols, que optó por reemplazar el famoso minuto de silencio por un minuto de tumulto. Su féretro llevó impreso una leyenda que apelaba a la rapidez de la vida y a la juventud en la muerte.
Una leyenda urbana comenta que el inigualable Tupac Shakur también conocido por 2Pac el rapero estadounidense pidió a sus íntimos que fumaran sus cenizas con marihuana. Su familia lo desmiente aunque las malas lenguas.
Un astrónomo de nombre Eugene Shoemaker es el único humano que pidió ser sepultado en la Luna.
La lápida del eterno Frank Sinatra reboza de optimismo. La voz de todos los tiempos fue enterrada con una botella de whisky, un encendedor y unas monedas en caso de urgencia.
Brian Tandy, un geólogo algo excéntrico, logró que su cuerpo fuera transformado en ¡diamantes! Actualmente, tanto su esposa como sus hijas lo llevan en forma de anillo.
Ni hablar de la diva de todos los tiempos, la mujer de los ojos púrpura, Liz Taylor, hizo una entrada majestuosa a su propio funeral. ¿Cómo fue? Sencillamente, logró que la ceremonia se retrasara un cuarto de hora para llegar última. Quien ríe último, ríe mejor. O al menos eso se dice.
En 2005, el famoso escritor Hunter S. Thompson vio convertirse en realidad uno de sus mayores sueños, mientras hacían volar sus cenizas a los cielos utilizando fuegos artificiales
El último caso es bastante impactante. No hay mucho sentido del humor, sino algo macabro en la elección de Sandra West, viuda de un magnate de Beverly Hills. La mujer declaró que su último deseo era el de descansar para siempre vestida en su camisón de encaje. El detalle más absurdo y grotesco fue que quiso que su cuerpo fuera exhibido en el asiento de adelante de su Ferrari.
Como podeis ver cualquier idea que tengais puede ser factible, otra cosa es que vuestros seres queridos esteen por la labor.
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