Lisboa es una de esas ciudades que tiene mucho que ofrecer, con planes para todas las edades. Los más pequeños de la familia pueden realizar numerosas actividades, ya sea al aire libre o en recintos cerrados. Seleccionamos 7 lugares que los niños –y también sus padres– no pueden perderse en la capital portuguesa:
1. Lisboa Story Centre. En la Plaza del Comercio está ubicado este centro de interpretación dedicado a la historia de la capital, donde los pequeños podrán disfrutar de un viaje a través del tiempo de una forma de lo más educativa. Su maqueta interactiva de Lisboa permite conocer a fondo la ciudad, mediante una pantalla táctil formada por imágenes, fotografías y dibujos. Además, se dedica una sección al terremoto sufrido por Lisboa en 1755, donde se presenta un teatro en 4D que produce una experiencia envolvente al visitante.
2. Naturaleza en sus múltiples jardines. El Parque de las Naciones, el Parque Forestal de Monsanto y el Jardín Zoológico de Lisboa son una alternativa perfecta al stress cotidiano de la ciudad para los mayores, y auténticas escuelas de Naturaleza para niños. Descubrir la intensa vida animal y vegetal que ofrecen los paisajes, perseguir a las recientes ardillas insertadas en el Parque Forestal de Monsanto, subir al teleférico en el Parque de las Naciones y disfrutar de una preciosa vista panorámica de la ciudad, o dejar a los niños jugar en los seguros parques infantiles, repletos de columpios y toboganes. En el Jardín Zoológico, la Bahía de los delfines ofrece un espectáculo de unos 40 minutos de duración con estos animales acuáticos.
3. Pabellón del Conocimiento y de Ciencia Viva. Se trata de un museo interactivo de ciencia y tecnología, cuyo objetivo es hacer accesible estos temas a todo el mundo. Cuenta con una exposición permanente dividida en cuatro núcleos: el “Exploratorium”, en el que se llevan a cabo experimentos científicos; “¡Mira, Haz, Aprende!”, en el que los visitantes participan con los distintos módulos; “Casa Inacabada”, especial para niños, ya que pueden construir casas de su tamaño; y “Matemática Viva”.
4. Oceanário. En el Parque de las Naciones, en el Pabellón Atlántico, puede visitarse el segundo acuario más grande de Europa, que acoge cientos de especies como tiburones, rayas, mantas y peces tropicales. Inaugurado en 1998 con motivo de la EXPO –cuyo tema central fue “Los océanos, un patrimonio para el futuro”–, tiene el objetivo de promover la conservación del Medio Ambiente y, en especial, la de los océanos.
5. Monumento Natural de las Huellas de los Dinosaurios. Es una propuesta indispensable para los más pequeños de la familia. Situado en el Parque Natural de Serra de Aire, en él se pueden observar las huellas de los gigantes que pasaron por el Planeta hace millones de años, así como los restos fósiles que quedaron de ellos.
6. Estuario del río Sado. Al sur de Lisboa, los amantes de la naturaleza y su conservación pueden disfrutar de este hábitat de delfines con nariz de botella, únicos en Portugal, que resistieron a la invasión del hombre y del tráfico marítimo.
7. Catillo de San Jorge. Paseando por esta fortaleza que ofrece las mejores vistas del este de la ciudad, los niños se sentirán como auténticos caballeros, donde los cañones serán los protagonistas de sus fotografías. La mejor forma de subir al castillo es cogiendo el Tranvía 28, también una de las mejores experiencias lisboetas. Disfrutar en familia de todas estas y otras excursiones es mucho más sencillo con la tarjeta Lisboa Card, ya que ofrece múltiples ventajas como el uso ilimitado del transporte público de la ciudad, el acceso gratuito a museos y puntos de interés y descuentos en el resto de monumentos
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